Desde que me seleccionaron como fashion blogger oficial de LIF WEEK, Lima Fashion Week #Lifweek1314, algunas personas me han preguntado cómo así se dieron las cosas, qué beneficios tienes al ser reconocida de tal manera, y pues a todos les he dicho que los motivos exactos por los cuales fui una de los elegidas, solo los encargados de la selección lo saben, nunca me lo dijeron directamente, pero quiero pensar que se debió a mi perseverancia y a la calidad del contenido de mi blog www.fashioneverywhere.pe En cuanto a los beneficios, creo que mi mayor recompensa han sido las felicitaciones que he recibido de mis lectores y seguidores, porque me doy cuenta que les emociona verme alcanzando una meta más en esta dura tarea de ser fashion blogger en Perú, y es que no es un trabajo sencillo, significa mucho sacrificio, por favor no piensen que todos tenemos argollas o que hacemos bien nuestro trabajo solo a cambio de regalos y dinero. Muchos de nosotros nos dedicamos a esto porque realmente nos apasiona ser bloggers y no siempre estamos pensando en los símbolos S/. $ o €. Somos seres humanos que amamos lo que hacemos y a veces parecemos loquitos tomándole foto a todo, pero es que es parte del ritual de ser blogger.
Les cuento que los organizadores de #Lifweek en el cocktail para fashion bloggers nos manifestaron que habían bloqueado por 24 horas, asientos en fila 3 zonas A y J para que las reservemos a la brevedad, así que eso fue lo que hice, ni bien regresé a mi casa esa misma noche reservé todos mis asientos. Por mi parte después de estos tres días de #Lifweekverano14, de haber estado sentada en la zona A, fila 3, asiento 1 para todos los desfiles, me siento agradecida por lo que me tocó vivir, puesto que fue la primera edición que tuve acceso a varias entradas standing para sortear entre mis seguidores, con las invitaciones adicionales que las diseñadoras Sitka Semsch y Claudia Jimenez me regalaron, mi mamá y mi tía pudieron asistir al desfile; y con el otro pack de invitaciones standing, mi fotógrafo Ricardo Rosales pudo ingresar a la sala y tomar fotitos para complementar el material gráfico que yo iba captando con mi humilde cámara Canon PowerShot SX150 IS, con zoom óptico de 12x y 14.1 mega pixeles, desde mi ubicación casi privilegiada muy cerca a la zona de prensa.
Esta vez pude apreciar los desfiles con mayor tranquilidad, ya que sabía que no debía frustrarme si no tomaba tan buenas fotos, porque sabía que desde otra zona contaba con el respaldo de mi fotógrafo. Los tres días llegué a las 6 p.m., hice que pasaran mis confirmaciones impresas por el scanner, y estuve pendiente para que ni bien abrieran las puertas de la sala, ser una de las primeras 20 personas en ingresar a la sala, en primer lugar porque no quería toparme con algún individuo queriéndose agarrar los detallitos que nos dejaban en los asientos, o que alguien se me adelantara y se sentara allí diciendo que un “X” le había asignado ese asiento y segundo porque mis piecitos no están acostumbrados a andar en tacones tanto rato y menos sobre el césped.
Con respecto a las carencias en la organización del evento, tema muy sonado en estos últimos días, pues creo que “el que mucho abarca poco aprieta”. En repetidas oportunidades, nos pidieron que como bloggers oficiales anunciáramos en nuestros blogs o redes sociales lo estrictos que serían con el tema de la puntualidad y la reserva de asiento, hicieron hincapié en el nuevo sistema electrónico de scanning que permitiría saber exactamente qué sitios estaban ocupados con reservación reconfirmada y los disponibles, dijeron que habría mayor cobertura de Wi-Fi en la sala de la pasarela, y bueno no pudieron cumplir al 100% con todas las promesas. Ya se sabe que habían reservas duplicadas, que comenzaron con más de media hora de retraso, que se generaron líos entre dos bandos, los amigos de los organizadores y los invitados de los diseñadores, en fin; creo que a todos nos ha tocado vivir esa desazón en algún momento desde que inició el Lima Fashion Week. La intención fue buena, pero faltaron algunas piezas en el engranaje para que el resultado fuera óptimo.
Ahora lo importante es no pensar más en lo que pudo ser, sino en que las críticas que los medios de comunicación hagamos sean rescatadas en cuanto a lo positivo de sus sugerencias, y que para el próximo Lima Fashion Week mejoren estos temas, para bien de todos, para evitar conflictos y gozar con tranquilidad del excelente trabajo que realizan nuestros diseñadores y el equipo que trabaja con ellos.
Este ha sido un post cortito solo para contarles mi experiencia como fashion blogger oficial de Lima Fashion Week para la edición #Lifweek1314 (5 – 7 de noviembre de 2013 en Casa Prado). En los próximos días seguiré publicando posts sobre los desfiles y mis apreciaciones.
Un abrazo y quedo a la espera de sus comentarios,
Ana López Jiménez