Quizás no se acostumbre a hablar sobre Dios en los blogs de moda, quizás no sea “adecuado” para fines comerciales; pero como siempre digo, éste mi querido blog nació con un afán de comunicar, de ser honesto, de aplacar mis sueños de escribir y ser leída, y es así como ahora Fashion Everywhere ya tiene 4 años de vigencia en el espacio sideral, en la blogósfera.
Hoy no quiero hablarles como blogger, quiero hablarles como Ana López, un ser humano que lleva a cuestas sus primeros 30 años de vida, una mujer con defectos y virtudes, con caídas y triunfos, con alegrías y tristezas. Estamos en Semana Santa, y aunque muchos aprovechen estos feriados para viajar y relajarse un poco, yo siempre prefiero quedarme en Lima, en casa, y aunque no creo ser una laica perfecta, siempre busco dedicarle tiempo a la reflexión, sobre todo en estos días, en que la ciudad no está tan agitada, donde hay un silencio reparador.
Mi vida no ha sido color de rosa, como seguramente también para muchos de ustedes; sin embargo creo que la vida dejaría de ser vida si solo nos pasaran cosas hermosas y buenas. A veces Dios nos pone pruebas difíciles de sobrellevar, que ponen nuestra paciencia al límite, que nos hace cuestionarnos el motivo de las decisiones que toma el Señor. Finalmente Dios leerá nuestros corazones, y se dará cuenta que a pesar de que caigamos, solo los realmente conscientes de su misericordia, seremos aquellos que alzaremos nuestra mano en busca de su sosiego. Estos últimos días rondó siempre en mi mente esta frase: “Señor en tí confío”. Quien mejor que el Señor para dejarle las riendas de nuestro destino, Él nos ama y sabrá colocar en nuestro camino las señales correctas que nos permita tomar buenas decisiones, o cambiar el rumbo de nuestro destino.
Hoy Jueves Santo amanecí con ganas de escribirles de ser humano a ser humano e invitarlos a reflexionar.
Vivimos en un mundo invadido por gente que disfruta haciendo daño a los desvalidos, que juzga sin al menos esforzarse por ponerse en los zapatos del otro, que le da rabia el éxito bien ganado de su prójimo. Cuando soy testigo de tanta injusticia, de tanta maldad, pasan por mi mente muchas cosas, pero finalmente en Dios encuentro la paz que necesito para respirar profundo y pedirle a Dios que guíe mi camino, que me de la fortaleza necesaria para volverme a levantar y alzar vuelo como el ave Fénix. Será Dios el único que al final haga su Voluntad, y que decidirá nuestro final.
Quiero dejarlos finalmente con estas palabras de la Madre Teresa de Calcuta, que hoy encontré con la bendición del Señor y que son las palabras exactas que necesitaba leer para motivarme y escribirles.
Da siempre lo mejor
Madre Teresa de Calcuta
A veces las personas son egoístas, ilógicas e insensatas…
Aún así, perdónalas.
Si eres amable, las personas pueden acusarte de ser egoísta e interesado…
Aún así, sé gentil.
Si eres vencedor, tendrás algunos falsos amigos y algunos enemigos verdaderos…
Aún así, vence.
Si eres honesto y franco, las personas pueden engañarte…
Aún así, sé honesto y franco.
Lo que tardaste años para construir, alguien puede destruirlo de una hora para otra.
Aún así, construye.
Si tienes paz y eres feliz, las personas pueden sentir envidia…
Aún así, sé feliz.
El bien que hagas hoy, puede ser olvidado mañana…
Aún así, haz el bien.
Da al mundo lo mejor de ti, aunque eso pueda nunca ser suficiente.
Aún así… da lo mejor de ti mismo.
Y recuerda que, a fin de cuentas…
Es entre tú y Dios,
nunca fue entre tú y ellos.
Les deseo una Semana Santa llena de experiencias reparadoras para el alma, de mucha reflexión, de perdonarse a uno mismo y de estrecha comunicación con Dios.
Un abrazo,
Ana López Jiménez